Me cuesta, me cuesta mucho aceptar lo nuevo. y me cuesta mucho manipular cosas que funciones por medio de electricidad.
Me costó el windows 98, el icq, el messenger, el gmail, el facebook y twitter. Éste fue el que más me costó y de ése quiero hablar.
Dudo: ¿soy o no soy parte?, ¿me sumo a la comunicación instantánea? ¿transo con el capitalismo? ¿cedo mis más íntimas reflexiones a todos los followers?.
Y sí, en algún momento tengo que hacerlo, y en algún momento me gusta eso de saber que a mucha gente le interesa saber qué pienso (si tuviera seguidores, claro), qué siento, en dónde estoy o qué como.
Pienso: si yo quiero leer lo que piensa Ricky Martin o Mick Jagger (en caso de que sean ellos realmente los titulares de @ricky_martin o @mickrockrollingstone) ¿por qué privarme de hacerlo si solo tengo que hacerme una hermosa y pomposa cuenta para entrar en sus vidas? Y de paso les dejo la mía, total, deben estar llenos de reuniones, pero entre cita y cita, quién te dice, me lean toda!
Allá voy, soy @taniaberenjena para que me lean, para que los lea, para que nos conectemos en la nube imaginaria que sostiene nuestras contraseñas, fotos de casamiento, trabajos prácticos, búsquedas on line y cv´s tan personales como internet.
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